"Las condiciones de los trabajadores en la Argentina de 1880 a 1910. Organizaciones obreras y su relación con el Estado"
¿Era real esa abundancia, progreso y paz que plantean algunos pocos historiadores y casi todos los medios?
Quedate acá remolon y enterate.
Esta es la versión que nos plantea Hora Roy en Trabajadores, protesta obrera y orden oligárquico: Argentina, 1880-1900. DESARROLLO ECONOMICO. REVISTA DE CIENCIAS SOCIALES | VOL.59-N°229- p.332.
¿Era realmente así? ¿Se podia dejar de trabajar gracias al ahorro? ¿Derechos individ?
Empecemos.
Los altos salarios y las oportunidades de progreso real eran inexistentes; los precios del alquiler aumentaban más que los salarios y los trabajadores urbanos debían vivir en las pésimas condiciones del conventillo, donde toda la familia debía permanecer hacinada.
Según Rapoport, los inmigrantes obtenían en seis meses de trabajo en Argentina el mismo dinero que en cien días en Europa. Podemos inferir que la inmigración se debía más a un “exceso de brazos” que a las buenas condiciones de nuestro país.
Entre 1885 y 1891, el salario se redujo un 54 % debido a la inflación; aunque luego pudo recuperarse un poco, volvió a deteriorarse entre 1899 y 1903. En cuanto a los conventillos,
según E. Wilde, además de dormitorio eran comedor, cocina y despensa, patio de juegos, depósito de excrementos, depósito de ropa sucia y limpia [...] cada cuarto de estos es un pandemonio donde respiran contra todas las prescripciones higiénicas [...] cuatro, cinco o más personas
Las condiciones laborales no eran mejores, ya que en los primeros años de este período no existían ni el derecho al Descanso Dominical (1905), ni la Ley de Silla (1935), ni las jornadas de ocho horas (1929) (reivindicación del movimiento obrero mundial).
En el campo, la vivienda era más precaria debido a las condiciones de contrato de arrendamiento y la dificultad de acceso a la tierra. Como los contratos duraban cuatro o cinco años y no existía garantía de renovación, los trabajadores no se esforzaban para que su vivienda +
tuviera las condiciones de comodidad y salubridad básicas. Los abusos del propietario y de los comerciantes de ramos generales exprimían su ganancia hasta hacerla inexistente. Bialet Massé fue encargado por el gobierno de realizar un informe sobre la situación de los +
trabajadores en las provincias argentinas: “Desde Santa Fe a Jujuy, el almacén o proveeduría y el crédito al obrero sobre su salario, son las armas que esgrime la explotación para estrujarle, sin reparar en vicios...”. Dicho estudio dará origen a la Ley Nacional de Trabajo.
El origen de los trabajadores era muy diverso; hasta 1910 predominaba la inmigración italiana, y la española sería mayoritaria luego de 1920.
Entre 1890 y 1930, llegaron muchos rusos y polacos judíos que escapaban de la persecución en Europa Central, así como una afluencia menos documentada de árabes y armenios. Entre 1885 y 1889, la inmigración representó el 76 % del crecimiento anual de la población.
La organización obrera estuvo dificultada por varios factores, como la etnicidad de los obreros o la marginación política que ejercía el Estado.
Aun así, la organización obrera logró grandes avances y hechos que demostraron la superación de estos problemas.
La estructura dependiente de Argentina condicionaba la organización, aunque también otorgaba un poder de acción a determinados sectores, como los transportistas. En la década de 1880 se crearon las primeras asociaciones obreras; luego, en 1895, el periódico La Vanguardia del PS,+
y en 1897 La Protesta de los anarquistas.
¿Qué hizo tan popular al anarquismo? Los inmigrantes italianos y españoles ya habían recibido la influencia anarquista en sus países de origen. La situación nacional no era tan provechosa como les habían prometido las compañías +
inmigratorias, y la imposibilidad de los extranjeros de participar formalmente en la política institucional dejaba como única vía de participación la acción directa y la huelga. Por último, la preeminencia de sectores artesanales sobre los industriales hacía que, por similitud,+
esa gran cantidad de gente abogara por el anarquismo.
El socialismo tendía a promover la nacionalización de los inmigrantes y su participación política mediante el parlamento. Tenía más aceptación en los sectores urbanos o industriales, y aportaba la visión clasista sobre los +
conflictos, pero rechazaba la huelga como método de lucha, dicha noción de lucha de clases la mantendrían aquellos que criticaron la vía parlamentaria y fundaron el sindicalismo revolucionario en 1905, estos reivindicarían la huelga como método efectivo para la lucha.
La paz social no era como describe el autor, ya que (además de otros períodos) el período de 1900-1910 tuvo un aumento de huelgas, represiones, deportaciones, asaltos a locales obreros y acciones violentas.
Repasemos algunos hechos de esta década:
Con una gran cantidad de obreros concentrados en talleres medianos y pequeños, sumado al importante sector del transporte, el movimiento obrero obtuvo gran fuerza y dinamismo.
En 1901 se fundó la FOA, que en 1904 se llamaría FORA y sería la central más dinámica,+
de tendencia anarquista, antiestatista y apoliticista. En 1902 nació la UGT, de ideología socialista. Luego de 1906, y con la fracción de críticos al reformismo de Juan B. Justo, el sindicalismo revolucionario los desplazaría de la dirección de la UGT y la disolvería en la CORA.
Entre 1902 y 1910 hubo siete huelgas generales; la más extensa (una semana) fue la de mayo de 1909, motivada por el ataque de la policía a la columna obrera durante los festejos del Día del Trabajador, que dejó un saldo de ocho obreros muertos y 40 heridos.
"La Semana Roja" 1909
Meses después, Simón Radowitzky asesinaría al jefe de policía Ramón L. Falcón. La respuesta del gobierno fue declarar el estado de sitio, detener y deportar dirigentes, clausurar locales gremiales e impedir la circulación de prensas obreras.
En 1910 se reanudó la actividad sindical y las huelgas amenazaron las preparaciones del Centenario; antes de que eso sucediera, se declaró nuevamente el estado de sitio
Solamente ciertos grupos de poder inventaron ceder algunas cosas y otorgar pequeñas mejoras, como el proyecto+
del ministro del Interior, J. V. González, en mayo de 1904, que buscaba “eliminar las causas de los agitadores”, así como el informe de Massé antes mencionado. El rol del Estado era principalmente perseguir a los agitadores y, ocasionalmente, la mediación entre capital y trabajo.