El Fragmento de hoy es de El Ritmo de la Guerra capítulo 42. Armadura y Dientes.
🎨art by joserpsv
Syl se quedó sentada en el parapeto. Kaladin se apoyó en la piedra, esperando una frase alegre de Syl. Cuando los demás intentaban consolarlo con risas, a menudo las notaba falsas, innecesarias. Pero viniendo de ella… bueno, ella tiraba de él para sacarlo de las aguas profundas.
—Van a marcharse todos, ¿verdad? —susurró Syl en vez de eso—. Moash, Roca, ahora Rlain… todos. Van a marcharse. O… o algo peor… —Miró a Kaladin con una solemnidad muy poco característica—. Se irán todos y solo quedará la nada.
—Syl —respondió Kaladin—, tú no deberías decir cosas como esas.
—Pero es cierto, ¿no?
—Yo no te dejaré.
—¿Como estuviste a punto de hacer? —replicó ella con voz suave—. Mi antiguo caballero… no quería marcharse. No es culpa suya. Pero era mortal. Todo el mundo muere. Excepto yo.
Si incluso el pequeño trocito de divinidad que siempre sonríe puede tener un día malo, que quedará para nosotros, no?
Pero tranquilos, siempre se vuelve a estar calentitos.
Fuerza antes que debilidad, viaje antes que destino y vida antes que muerte. 🙅♂️