Capítulo 29: “No hay vuelta atrás”
Voy a tomar la costumbre de https://x.com/SterisBord
y sumarles como primer tweet el arco y los logos de los personajes de cada capítulo. Hoy toca Shallan. Atentos a las caras talladas en el arco, pueden ser importantes.
“Velo cazaba al cazador.
Dalinar se comportaba como un soldado: aumento de patrullas, normas estrictas. Había pedido a sus escribas que buscaran pruebas de spren atacando a gente en los registros históricos.
Necesitaba algo más que explicaciones vagas e ideas abstractas…”
“—El ataque llegará —dijo Velo—. ¿Qué blancos tenéis?
Rojo señaló a dos hombres de la tienda que llevaban bigote y tenían una altura parecida a la del muerto. Velo asintió y dejó unas esferas poco valiosas en la mesa.
—Meteos algo sólido en el cuerpo.”
“Ahorcado.
«¡Tormentas! Esa cosa no ha imitado el ataque de la botella… ¡sino la ejecución posterior!»
Vathah señaló. —El asesino ha dejado caer a la persona desde el techo y, mientras se retorcía, ha 𝑠𝑎𝑙𝑡𝑎𝑑𝑜 al suelo.
Toda esa distancia, Velo. ¿Cómo…?”
—Mmm —dijo Patrón desde su abrigo—. Está ahí.
—¿Dónde? —preguntó Shallan.
—A la derecha. Las sombras están mal. Forman un patrón erróneo.
Echó a andar y algo se separó de las sombras, una silueta de puro negro, aunque reflejaba su luz igual que un líquido o una piedra pulida.
Velo corrió, sin preocuparse del peligro. Aquella cosa quizá pudiera hacerle daño, pero el misterio era la mayor amenaza. (…)
Shallan resbaló para doblar un recodo y corrió por el siguiente túnel. Logró seguir al fragmento roto de sombra, pero no alcanzó a atraparlo.
“La cosa se puso a cuatro patas, reflejando la luz del brillo de Shallan en su piel de carbón.
Corrió, frenética, hasta que llegó a una curva en el túnel y se estrujó en un agujero de la pared, de algo más de medio metro de anchura, cerca del suelo.”
“Radiante se arrodilló y alcanzó a ver a la criatura mientras se escurría por el otro lado del agujero. «La pared tampoco es tan gruesa», pensó, levantándose.
—¡Patrón! —llamó, lanzando la mano a un lado. Atacó la pared con su hoja esquirlada…”
Saturada de luz, empujó contra la pared partida y por fin logró entrar en la pequeña cámara que había al otro lado. Buena parte de su suelo la ocupaba la boca de un hoyo. Con escalones de piedra sin barandilla en el borde, el agujero atravesaba la roca y se perdía en la oscuridad
“Adolin entró a continuación, con su armadura esquirlada de color azul Kholin con la celada abierta y su hoja apoyada en el hombro. A juzgar por los sonidos que llegaban desde el pasillo y los rostros herdazianos que asomaban a la sala, no solo había traído soldados…”
“Sí no al Puente Cuatro al completo”.
“—No tendríamos que haber venido —dijo Renarin—. No podemos luchar contra esto. Padre Tormenta… —Retrocedió trastabillando—. Padre Tormenta…
Los hombres del puente corrieron al pasillo y se situaron delante de Shallan, entre ella y Renarin.”
“Adolin salió deprisa de la segunda biblioteca y miró boquiabierto la ondeante forma que había en la distancia. Una oscuridad viva.
Esa oscuridad empezó a impregnar el pasillo hacia ellos. No era rápida, pero había un aire de inevitabilidad en la forma en que lo recubría todo.”
“Por todo el suelo emergieron formas de la masa principal que al momento adoptaron formas humanas, como si estuvieran saliendo del mar.
Las criaturas tenían dos pies y no tardaron en desarrollar caras y ropa que titiló al aparecer.”
“—Ella está aquí —susurró Renarin—. Una de los Deshechos. Re-Shephir… la Madre Medianoche.
—¡Corre, Shallan! —gritó Adolin—. Todos, retiraos por el pasillo.
Y entonces, por supuesto, se lanzó a la carga hacia todas aquellas cosas.”
“—Yo… te conozco —susurró a la negrura, comprendiendo al decirlo que era cierto—. Sé lo que estás haciendo.
Los hombres gruñían y atacaban. Adolin trazó un arco por delante y su hoja esquirlada dejó una estela de humo negro salido de las heridas de las criaturas.”
“—Intentas imitarnos —dijo Shallan—, pero fracasas. Eres una spren. No terminas de comprenderlo.
Dio un paso hacia los hombres del puente rodeados.
—¡Shallan! —llamó Adolin, e hizo un sonido gutural mientras atravesaba a tres figuras que tenía delante—. ¡Escapa! ¡Corre!”
Shallan avanzó a zancadas hasta la formación. Las cosas huyeron de ella, retirándose hacia los lados. A Shallan le dio la clara y aterradora sensación de que aquellas criaturas podrían haber barrido a los hombres del puente si quisieran, abrumándolos con una terrible marea negra.
“—Tu imitación es lamentable —susurró Shallan—. Mira, déjame enseñarte cómo se hace.
Shallan absorbió su luz tormentosa y se iluminó como una antorcha. Las cosas chillaron y se apartaron de ella.”
“Mientras rodeaba la formación de preocupados hombres del puente, vadeando en la oscuridad de su flanco izquierdo, de ella brotaron también figuras, formas que emergieron de la luz.
Las personas de su colección, recién reconstruida.”
“—¿Cómo haces eso? —preguntó Adolin con una voz que resonaba desde dentro de su yelmo—. ¿Por qué están asustados?
—¿Alguna vez te ha amenazado alguien con un cuchillo sin saber quién eras?
—Sí. Me limité a invocar mi hoja esquirlada.
—Pues esto es un poco igual.”
“Shallan dio un paso confiado al frente, extendió el brazo y dejó que desapareciera la manga ilusoria que le cubría la mano. Se quitó el guante y llegó al lado de la masa de brea y chillidos sin voz.
Y apretó su mano segura contra ella.”