El valor del vínculo entre una madre y su hijo

El valor del vínculo entre una madre y su hijo

Hoy a 47 días para Wind and Truth, día de la madre.

Como se imaginarán, el amor de una madre es inabarcable, tanto en el mundo, como en el Cosmere y mucho mas en un simple hilito de Twitter.

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Hoy elijo profundizar en una historia que tomo del prólogo de El metal perdido, y en lo personal considero que no representa un spoiler que afecte al disfrute del libro y o la saga.

La historia de un joven Wayne y su mamá, que considero que representa bien el valor del vínculo.

Wayne sabía lo que era una cama. Había niños que las tenían. Sonaban mejor que una esterilla en el suelo, sobre todo si tenias que compartirla con tu mamá en las noches de frio, por no tener carbón.

Además, bajo las camas había monstruos.

Las camas eran suaves y tenían alguien abajo con quien hablar. Tenían que ser el paraíso.

De todos modos, Wayne no tenía cama. Tampoco sillas, tenía una mesa que había hecho su tío Gregr. Antes de que lo aplastaran un millón de rocas y lo dejaran hecho una papilla que ya no podía dar palizas a nadie. cada tanto la pateaba, por si el espiritu de su tío lo estaba viendo

Bien sabía el, que en aquella casucha de una sola ventana no había nada mas que hubiera importado nunca al tío Gregr.

Wayne practicaba con cartas mientras esperaba a su madre, era un momento nervioso del día. Todas las noches temía que ella no regresaría a casa.

No porque no quisiera a Wayne, su madre era un estallido de flores primaverales en aquella fosa septica que era el mundo. sino porque un día su padre no había vuelto. Su tío no había vuelto. Así que su madre...

Wayne se negó a pensar en eso. Y no miraría por la ventana, no hasta que no viera la luz. Podía sentir la mina allí afuera, nadie quería vivir al lado de la mina, así que Wayne y su madre lo hacían.

Entonces la vio. Luz. Se apresuro a esconder sus cartas y se hizo el dormido, ella habría visto como se apagaban las luces de la casa, pero siempre agradecía que fingiera.

Su mamá iba vestida de pantalones y camisa, pelo recogido, cara y ropa manchadas. se sentó a observar la llama, tenía la cara demacrada, como si alguien se estuviera dedicando a darle con el pico en las mejillas.

La mina se la esta comiendo, pensó.

Su madre vio una carta y lo reprendió, le pregunto de quien eran, y Wayne sabía que si no lo decía su madre recorrería todo el pueblo preguntando a quien se le había extraviado, el le cuenta y ella le dice que quedarse cosas que no son de el, es de ladrón

-No quiero ser ladrón- dijo Wayne- Quiero ser buen chico.

Ella lo abrazo fuerte.

-Ya eres buen chico. Siempre lo has sido

La madre ofrece contar un cuento, y el aunque le dice que ya es mayor (tiene 11) acepta fingir que es un niño, de todas maneras le resulta fácil, ya que el aun lleva la misma ropa.

Ella le cuenta una historia de Alomante Jack, contra el malo más maloso que se haya visto.

En la historia, Jack tiene que meterse en la boca de un monstruo, y desde adentro lo derrota, a lo que Wayne le dice a su madre que ella entra todos los días en la mina, que es como la boca de un monstruo, y le pregunta si es como el alguacil.

Ella dice que todo el mundo puede ser como el alguacil.

Wayne pregunta si incluso el, su madre responde:

-Tu más que nadie - Lo beso en la frente- Tú eres todo lo que quieras ser. Eres el viento. Eres las estrellas. eres todo lo interminable.

Cuando su madre lo decía el lo creía. ¿Cómo no iba a creerlo? su madre nunca mentía. Wayne se acurruco en la manta y dejo que el sueño se lo llevara.

Había muchas cosas malas en el mundo, pero unas pocas eran buenas. Y mientras ella estuviera con él, las historias significaban algo. Eran reales.

Hasta el día siguiente, cuando su madre no logro volver a casa.

La historia me moviliza un montón, mas allá del final triste, es una madre sola peleando contra un sistema entero, sin quejarse, y llenando solo con amor y esfuerzo las carencias de un nene, que la ve y se siente lleno, no necesita nada más. Todo eso y mas puede ser una mamá

Feliz día para todas las mamás que me puedan estar leyendo.

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